¿Alguna vez has pensado en los riesgos que podrían tener los medicamentos que tomas o que les das a tus hijos? En Estados Unidos, los anuncios de medicamentos en televisión siempre mencionan posibles efectos secundarios, algunos de ellos realmente graves, mientras que en países de América Latina, como México, esta información suele ser un misterio para la mayoría de las personas.
Esta diferencia no es cualquier cosa, pues puede afectar tu salud y la de tu familia de manera significativa. Por lo tanto, en este artículo te explicaré por qué ocurre esta disparidad, cómo puede convertirse en una cadena interminable de medicamentos, y qué puedes hacer para tomar decisiones más informadas, así que si quieres proteger tu bienestar y el de tu familia, ¡sigue leyendo!
¿Por Qué en EE. UU. Si Avisan Sobre los Efectos Secundarios?
Si has visto un anuncio de medicamentos en televisión en Estados Unidos, seguro has notado algo que parece contradictorio: mientras muestran imágenes de familias felices, personas corriendo por un parque o disfrutando de un día soleado, una voz al final del anuncio enumera rápidamente posibles efectos secundarios.
Por ejemplo, un anuncio de un medicamento para la depresión podría decir: “Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, insomnio, aumento de peso o pensamientos suicidas”, asimismo, otro para un analgésico podría advertir: “Puede causar dolor de estómago, sangrado interno o daño hepático”. ¿Por qué hacen esto en un anuncio incluso cuando los riesgos suenan tan serios?
La respuesta está en las leyes de Estados Unidos, ya que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) regula estrictamente la publicidad de medicamentos recetados y de venta libre, desde 1997, EE. UU. permite la publicidad directa al consumidor de medicamentos recetados, una práctica conocida como Direct-to-Consumer (DTC) advertising, que también está permitida en Nueva Zelanda.
La FDA exige que estos anuncios presenten tanto los beneficios como los riesgos más significativos de manera clara y comprensible, esto tiene dos propósitos: proteger a los consumidores asegurándose de que estén informados, y también proteger a las farmacéuticas de posibles demandas legales.
En EE. UU. si un paciente sufre un efecto secundario grave y no fue advertido adecuadamente, puede demandar a la farmacéutica por millones de dólares por falta de transparencia, las demandas legales son muy comunes y costosas en este país. Por ejemplo en 2012, la farmacéutica GlaxoSmithKline pagó 3 mil millones de dólares por demandas relacionadas con la promoción engañosa de medicamentos como Paxil y Avandia, en parte por minimizar sus riesgos y no informarlos adecuadamente. (1)
Por eso aunque las imágenes felices en los anuncios puedan parecer irónicas, las empresas están obligadas a incluir esas advertencias para evitar problemas legales.
Una Cultura de Transparencia en EE. UU.
En Estados Unidos, la transparencia sobre los medicamentos va más allá de los anuncios en televisión, existen recursos accesibles como MedlinePlus (https://medlineplus.gov/spanish/), una plataforma creada por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. donde puedes buscar cualquier medicamento y encontrar información detallada en español sobre sus usos, dosis, y posibles efectos secundarios, está diseñada para empoderar a los pacientes, permitiéndoles tomar decisiones informadas.
Además, en EE. UU. los médicos y farmacéuticos están obligados a proporcionar información detallada sobre los medicamentos recetados, y los prospectos (los folletos que vienen dentro de las cajas) suelen incluir listas completas de efectos secundarios, interacciones y advertencias, esto refleja una cultura donde los pacientes tienden a ser más proactivos en buscar información, en parte porque el sistema de salud es privado y costoso, lo que motiva a las personas a informarse para evitar errores médicos o gastos innecesarios.
La Situación en América Latina: Menos Información, Más Riesgos
En países de América Latina la situación es muy diferente, y esto puede ponerte en riesgo sin que lo sepas, ya que la publicidad directa al consumidor de medicamentos recetados está prohibida o muy regulada.
Por ejemplo en México, la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) supervisa los anuncios de medicamentos, pero estos suelen ser de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol, y rara vez mencionan efectos secundarios graves, esto crea una falsa sensación de seguridad: piensas que un medicamento es completamente seguro porque el anuncio no advirtió nada al respecto.
Además, hay una falta de educación y acceso a información confiable, a diferencia de EE. UU. donde plataformas como MedlinePlus están al alcance de todos, en América Latina no existen bases de datos públicas similares proporcionadas por los gobiernos, en México por ejemplo, los prospectos de los medicamentos a menudo están escritos en un lenguaje técnico que puede ser difícil de entender para la mayoría de las personas, esto significa que dependes completamente de lo que te diga tu médico o la persona que te atiende en la farmacia, quienes usualmente no tienen la disposición para explicarte los riesgos a fondo.
La Automedicación: Un Hábito Peligroso y Común
Otro problema grave en América Latina es la automedicación, y aunque puede parecer una solución rápida, tiene riesgos importantes, siendo el ibuprofeno y el paracetamol los medicamentos más usados, en el caso de México esto se debe a varios factores que reflejan las dificultades del sistema de salud y las realidades económicas de muchas familias:
- El acceso limitado a médicos, especialmente en zonas rurales: En muchas comunidades rurales de México, el acceso a médicos es escaso, las clínicas u hospitales pueden estar a horas de distancia, esto hace que las personas recurran a medicamentos que ya tienen en casa o que compran en la farmacia más cercana, sin consultar a un profesional.
- Largas esperas en el sistema de salud público (IMSS e ISSSTE): Instituciones como el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y el ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) ofrecen atención gratuita, pero están saturadas, las filas son largas y conseguir una cita puede tomar semanas, muchas personas sienten que no pueden esperar tanto para tratar un dolor o un resfriado y prefieren automedicarse.
- El costo de las consultas y la situación económica: Aunque las farmacias con consultorios médicos ofrecen una opción más accesible (una consulta puede costar alrededor de $70 pesos, equivalente a $3.50 dólares), muchas familias enfrentan dificultades económicas que las llevan a priorizar otros gastos, como comida o transporte, para ellas, pagar una consulta y luego los medicamentos recetados puede ser un lujo, en cambio, prefieren gastar solo en el medicamento que creen que necesitan, como medicamentos que contengan ibuprofeno para un dolor, sin considerar los riesgos o si es realmente lo que necesitan.
- Facilidad para comprar medicamentos sin receta: En México, es muy fácil adquirir medicamentos en farmacias sin presentar una receta, incluso algunos que en teoría requieren prescripción médica, esta falta de regulación estricta permite que las personas compren analgésicos o antibióticos sin consultar a un médico, aunque esto puede parecer conveniente, aumenta el riesgo de un uso indebido, como tomar la dosis incorrecta o usar un medicamento que no es adecuado para su condición.
Este hábito de automedicarse puede ser peligroso, por ejemplo, tomar ibuprofeno puede causar problemas estomacales, mareos e incluso puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos y derrame cerebral (2), entre otros efectos secundarios, sin embargo, muchas personas no lo saben porque nadie se los advierte.
El Caso del Montelukast: Un Ejemplo Preocupante
Uno de los ejemplos más alarmantes es el Montelukast, un medicamento comúnmente recetado para tratar asma y alergias, especialmente en niños, muchas veces, los médicos lo prescriben al primer síntoma de un escurrimiento nasal diagnosticando “alergias” sin pruebas exhaustivas, pero lo que muchos padres no saben es que el Montelukast puede tener efectos secundarios graves.
En 2020, la FDA emitió una advertencia de recuadro negro (la más seria) para el Montelukast, señalando riesgos de efectos neuropsiquiátricos como ansiedad, depresión, pesadillas, e incluso pensamientos suicidas (3), debido a esta evaluación, la FDA “determinó que los riesgos del montelukast pueden ser mayores que los beneficios en algunos pacientes, particularmente cuando los síntomas de la enfermedad son leves y pueden tratarse adecuadamente con terapias alternativas.”
Imagina este escenario: una mamá le da Montelukast a su hija porque el doctor le dijo que su escurrimiento nasal era por alergias, de repente, la niña empieza a tener pesadillas o a mostrarse más ansiosa, pero a la mamá ni se le ocurre que el medicamento podría ser la causa, porque absolutamente nadie le advirtió sobre estos riesgos y piensan que le están dando algo 100% seguro porque su médico se lo recetó.
En América Latina, esta información rara vez llega a los padres, y es que muchos pediatras mexicanos siguen recetando Montelukast sin mencionar estos posibles efectos secundarios, y los padres lo administran confiando ciegamente en el médico, esto es especialmente preocupante porque un simple resfriado podría no justificar el uso de un medicamento con riesgos tan serios.
Una Cadena Sin Fin: Medicamentos que Generan Más Problemas
El problema no termina con los efectos secundarios, a veces, un medicamento resuelve un problema, pero crea otro, llevándote a tomar más medicamentos en un ciclo interminable, esto se conoce como “cascada de prescripción”. Por ejemplo, si tomas ibuprofeno para un dolor o inflamación, podrías desarrollar dolor de estómago como efecto secundario, entonces, te recetan o te auto prescribes un protector gástrico, que a su vez podría causar mareos, y así sucesivamente.
En el caso del Montelukast, si un niño desarrolla ansiedad como efecto secundario, el doctor podría recetarle otro medicamento para tratarla, sin que nadie se detenga a pensar si el primer medicamento era realmente necesario.
En América Latina, este ciclo se agrava porque no estamos informados de los riesgos, sin embargo en EE. UU. también ocurre, pero al menos los pacientes tienen más acceso a información para cuestionar o detener el ciclo. Sin embargo, en ambos lugares, este enfoque de tratar síntomas en lugar de atacar la raíz del problema, perpetúa una dependencia a los medicamentos.
Los críticos, como el Dr. Peter Gøtzsche en su libro Medicamentos que matan y crimen organizado, argumenta que la industria farmacéutica tiene un interés económico en mantener a los pacientes como “clientes de por vida”, promoviendo medicamentos para tratar síntomas en lugar de curar enfermedades, es un libro que debes tener si te interesa conocer a fondo el tema, está muy bien documentado y lleno de información útil.
Demandas en EE. UU. vs. Ignorancia en América Latina
En EE. UU. la transparencia ha llevado a un aumento de demandas por daños permanentes causados por medicamentos. Por ejemplo, pacientes que sufrieron efectos secundarios graves, como daño hepático por analgésicos o problemas cardíacos por ciertos antidepresivos, han ganado millones de dólares en juicios contra las farmacéuticas, esto ha obligado a las empresas a ser más cuidadosas y transparentes, pero también refleja un sistema donde los pacientes están más conscientes de sus derechos.
En América Latina sin embargo, la situación es diferente, muchas veces los padres notan que sus hijos tienen comportamientos extraños, como ansiedad o pesadillas, pero no se les ocurre que podría ser un efecto secundario de un medicamento como el Montelukast, en lugar de cuestionarlo, lo atribuyen a otras causas como el estrés escolar o problemas familiares, y el problema sigue sin resolverse.
Esta falta de información deja a las familias vulnerables y sin herramientas para protegerse.
¿Por Qué Es Importante Conocer Estos Riesgos?
Conocer los riesgos de los medicamentos que tomas o que le das a tus hijos te permite tomar decisiones informadas, por ejemplo, si sabes que el Montelukast puede causar ansiedad o pensamientos suicidas, puedes evaluar si los beneficios de usarlo para tratar un simple escurrimiento nasal o alergia superan esos riesgos, quizás un resfriado no justifique exponer a tu hijo a esos efectos secundarios.
Lo mismo aplica con el ibuprofeno, por ejemplo, si lo tomas frecuentemente al más mínimo indicio de cualquier dolor ya sea leve o fuerte sin saber que puede causar daño gástrico o renal a largo plazo, podrías estar creando un problema mayor sin darte cuenta.
Al estar informado, puedes decidir si vale la pena usarlo o si sería mejor buscar la causa raíz del dolor, como el estrés, la deshidratación, una mala postura, exceso o deficiencia de algún ingrediente en tu alimentación que pueda estar poniendo presión en algún órgano etc y tratarlo con cambios en tu estilo de vida, lo cuál resolverá estos problemas de forma definitiva.
¿Cómo Puedes Informarte Más?
Afortunadamente, hay recursos accesibles que puedes usar para informarte, incluso si vives en América Latina, una excelente opción es MedlinePlus (https://medlineplus.gov/spanish/), una plataforma en español creada por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. Aquí puedes buscar cualquier medicamento, como Montelukast, ibuprofeno o cualquier otro, y encontrar información detallada sobre sus usos, dosis, y posibles efectos secundarios.
Por ejemplo, descubrirás que el Montelukast “puede causar cambios graves o potencialmente mortales en la salud mental” (4), o que medicamentos como el naproxeno puede ocasionar zumbido en los oídos, dolor de cabeza, síntomas parecidos a la gripe y hasta elevar tu riesgo de sufrir ataques cardiacos (5).
Esa página web que les compartimos es gratuita y fácil de usar, y te dará la información que muchas veces no recibes de tu médico o farmacéutico.
Además, te recomendamos hablar con tu médico y hacerle preguntas específicas: ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de este medicamento? ¿Es realmente necesario para tratar este problema? ¿Hay alternativas más seguras o naturales? No tengas miedo de cuestionar; tu salud y la de tu familia están de por medio.
Un Llamado a la Acción: Infórmate y Cuida tu Salud
La diferencia entre EE. UU. y América Latina en la forma de manejar la información sobre medicamentos refleja una necesidad urgente: los gobiernos de países como México deben invertir en campañas de educación y crear plataformas accesibles donde las personas puedan informarse sobre los riesgos de los medicamentos.
Mientras tanto, tú puedes tomar el control, lee las etiquetas, busca información confiable, y no te automediques sin conocer las consecuencias, recuerda que un pequeño esfuerzo hoy puede evitar problemas graves mañana.
Aquí en Blissenza estamos comprometidos con tu bienestar, seguiremos compartiendo información constante y detallada sobre medicamentos, sus riesgos, y alternativas saludables para que tomes decisiones informadas, te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales para obtener información de calidad sobre este y otros temas esenciales para tu salud.
¡Tu cuerpo y tu familia lo agradecerán!