En un movimiento que refleja las crecientes tensiones entre innovación alimentaria y tradición, Montana e Indiana se han convertido en los últimos estados de Estados Unidos en tomar medidas contra la carne cultivada en laboratorio.
El 1 de mayo, el gobernador de Montana, Greg Gianforte, firmó la ley HB 401, presentada por el representante estatal Braxton Mitchell, Chairman del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes de Montana, que prohíbe la fabricación, venta y distribución de carne cultivada, un producto que utiliza células animales para crecer en laboratorio sin necesidad de criar ganado.
Por su parte, Indiana optó por una vía diferente: el gobernador Mike Braun firmó el 6 de mayo la ley HB 1425, imponiendo una moratoria de dos años sobre estos productos, del 1 de julio de 2025 al 30 de junio de 2027, con multas de hasta $10,000 por violaciones (1).
Tras la moratoria, Indiana exigirá que los productos de carne cultivada se etiqueten como “Este es un producto de imitación de carne”, una medida que busca claridad para los consumidores, según el representante estatal Beau Baird.
Montana, por otro lado, se une a estados como Mississippi, Alabama y Florida, que ya han implementado prohibiciones totales, mientras que Nebraska y otros estados exploran legislaciones similares, aunque enfrentan resistencia de algunos ganaderos y grupos agrícolas que prefieren competir sin intervención gubernamental.
La carne cultivada, aprobada para venta en EE. UU. por el Departamento de Agricultura (USDA) desde Junio 2023 (2), ha sido promovida por empresas como UPSIDE Foods como una alternativa sostenible que reduce el impacto ambiental de la ganadería tradicional. Sin embargo, sus críticos, como el Centro para el Medio Ambiente y el Bienestar, señalan la falta de estudios a largo plazo sobre su impacto nutricional y de salud, así como preocupaciones éticas (3).
En Florida por ejemplo, UPSIDE Foods ha iniciado una batalla legal contra la prohibición estatal, argumentando que viola principios de libre mercado y limita la autonomía del consumidor (4).
Este debate no es exclusivo de EE. UU. A medida que la carne cultivada en laboratorio comienza a aparecer en supermercados de diversos países, desde Europa hasta Asia, se espera que las regulaciones y las opiniones públicas evolucionen rápidamente en los próximos años, es por eso que aquí en Blissenza, creemos que es crucial informarnos y participar en esta conversación global.
La Sabiduría de lo Natural
En Blissenza, abogamos por un retorno a los alimentos naturales y tradicionales, no porque rechacemos la innovación, sino porque la salud integral comienza con lo que la naturaleza nos ha brindado durante milenios.
La carne cultivada en laboratorio puede parecer una solución moderna, pero su producción plantea preguntas sobre su impacto en nuestro cuerpo y ecosistemas a largo plazo, optar por alimentos frescos, criados de manera sostenible y en armonía con la tierra, no solo nutre nuestro cuerpo con nutrientes esenciales, sino que también respeta nuestro vínculo con la naturaleza y las tradiciones culturales que han sostenido a generaciones.
En futuros artículos, explicaremos más a fondo la carne cultivada en laboratorio, sus implicaciones y cómo prepararnos para su creciente presencia en los supermercados, no solo en EE. UU., sino en todo el mundo.
Mientras tanto, te invitamos a reflexionar: la salud no es solo lo que comemos, sino cómo nos conectamos con nuestro entorno, en Blissenza, creemos que elegir lo natural es elegir bienestar a largo plazo, para ti y para el planeta.