West Virginia Prohibe Colorantes Artificiales y Toma la Delantera en la Lucha por una Alimentación Más Saludable

La prohibición de siete colorantes y dos conservadores artificiales en West Virginia marca un hito en EE. UU., pero ¿cómo se compara con América Latina y Europa?

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colorantes artificiales y 2 conservantes fueron prohibidos en West Virginia

En un movimiento histórico, West Virginia, un estado de EE. UU, ha dado un paso audaz para proteger la salud de sus habitantes al prohibir siete colorantes alimentarios artificiales y dos conservadores en alimentos y medicamentos. Esta decisión, firmada el pasado 24 de marzo de 2025 por el gobernador Patrick Morrisey, ha puesto a West Virginia a la vanguardia de un debate global sobre la seguridad de los aditivos sintéticos en nuestra comida.

Pero, ¿qué significa esto para ti y cómo se compara con lo que están haciendo otros países en América Latina y Europa? Acompáñame a explorar esta noticia y también a reflexionar el porqué es un avance significativo para todos.

¿Qué Colorantes y Conservantes Fueron Prohibidos?

La nueva ley, conocida como House Bill 2354 (HB 2354), prohíbe los siguientes aditivos:

  • Colorantes artificiales: Rojo No. 3, Rojo No. 40, Amarillo No. 5, Amarillo No. 6, Azul No. 1, Azul No. 2 y Verde No. 3.
  • Conservantes: Butilhidroxianisol (BHA) y propilparabeno.

La prohibición se implementará en dos fases: a partir del 1 de agosto de 2025, estos colorantes estarán vetados en los alimentos servidos en programas de nutrición escolar, y desde el 1 de enero de 2028, se extenderá a todos los productos alimenticios y farmacéuticos vendidos en el estado, este plazo escalonado busca dar tiempo a las empresas para reformular sus productos y evitar alzas drásticas en los precios.

¿Por Qué Prohibir Estos Aditivos?

La decisión se basa en preocupaciones sobre los efectos de estos aditivos en la salud, especialmente en los niños. Un informe de 2021 de la Oficina de Evaluación de Riesgos para la Salud Ambiental de California sugirió que colorantes como el Rojo No. 40, Amarillo No. 5 y Amarillo No. 6 podrían aumentar la hiperactividad en algunos niños (1).

Además, un estudio publicado en 2007 en The Lancet encontró una asociación entre los colorantes artificiales y un aumento de la hiperactividad en niños (2), aunque la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha revisado estos datos en 2011 y 2019 y concluyó que “No se ha establecido una relación causal entre la exposición a colorantes y la hiperactividad en niños de la población general.” (3)

Por otro lado, el BHA ha sido clasificado como un posible carcinógeno humano por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) desde 1986 (4), y el propilparabeno ha sido vinculado a alteraciones en el sistema endocrino, lo que podría afectar el desarrollo hormonal (5). El gobernador Morrisey enfatizó que West Virginia, un estado que enfrenta serios desafíos de salud pública, es el lugar ideal para liderar el movimiento “Make America Healthy Again” (Hacer que América sea Saludable de Nuevo), una iniciativa impulsada por el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr.

Un Movimiento que Crece en EE. UU.

West Virginia no está sola en esta cruzada, al menos 20 estados más en están considerando leyes similares para restringir el uso de colorantes y aditivos sintéticos, lo cuál nos parece excelente, California por ejemplo, ya ha implementado medidas para eliminar algunos aditivos de los alimentos vendidos en el estado y prohibió colorantes sintéticos en comidas escolares (6). En enero de 2025, la FDA también revocó la autorización del Rojo No. 3 para alimentos ingeridos debido a su vínculo con el cáncer en animales de laboratorio (7)(8), un paso que refuerza la preocupación por estos químicos.

Sin embargo, no todos están de acuerdo, la industria alimentaria representada por grupos como la American Beverage Association, lanzó un comunicado de prensa donde argumenta que esta prohibición podría aumentar los precios de los alimentos y causar escasez, ya que dicen que hasta el 60% de los productos en supermercados podrían verse afectados. Esto nos da una idea de la gran cantidad de productos que contienen estos colorantes y conservantes.

¿Cómo se Compara con América Latina?

En América Latina, la regulación de colorantes artificiales y aditivos alimentarios varía mucho entre países, y en general, estamos rezagados en comparación con West Virginia, por ejemplo en México, los colorantes como el Rojo No. 40 y Amarillo No. 5 están ampliamente permitidos y se encuentran en una gran cantidad de productos ultraprocesados, desde dulces hasta bebidas.

Aunque la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) regula los aditivos, no ha habido una prohibición significativa de colorantes sintéticos, a pesar de que algunos estudios, han sido discutidos en círculos académicos.

Sin embargo hay avances, ya que en un comunicado de enero 2025, la COFEPRIS anunció que ya está “realizando un análisis de riesgos en relación al Rojo No. 3” considerando los hallazgos y decisiones a nivel internacional sobre este colorante. Esperamos que pronto prohiban no sólo este, sino otros colorantes artificiales y conservantes, que se ha demostrado que representan un riesgo para la salud de niños y adultos.

En 2020, México implementó un etiquetado frontal de advertencia para alimentos altos en azúcares, grasas y sodio, además de 2 leyendas sobre contenido de cafeína y edulcorantes, estas últimas mencionando que no son recomendables para niños, sin embargo los colorantes no han sido un foco principal.

En Brasil, otro gigante de la región, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) permite el uso de colorantes sintéticos, pero exige que se indiquen en las etiquetas. Sin embargo, no hay prohibiciones específicas, y productos como gaseosas y golosinas siguen usando Rojo No. 40 y Amarillo No. 6 sin restricciones.

Algunos países más pequeños como Chile, han avanzado más con su ley de etiquetado 20.606 de advertencia y restricciones en la publicidad de alimentos ultraprocesados dirigida a niños, pero los colorantes artificiales no han sido prohibidos directamente.

En general, América Latina parece estar más enfocada en combatir el consumo de azúcares y grasas que en los aditivos sintéticos, esto podría deberse a la falta de presión pública o a la influencia de la industria alimentaria, que en muchos países de la región tiene un peso económico significativo. La verdad es que los países de América Latina se están atrasando en abordar los riesgos de los colorantes artificiales, y la falta de acción podría estar exponiendo a la población a riesgos innecesarios, sobre todo a los niños.

¿Y Qué Pasa en Europa?

Europa por otro lado está mucho más avanzada en este tema, La Unión Europea (UE) ha implementado regulaciones estrictas sobre los aditivos alimentarios desde hace años, por ejemplo, desde 2010 la UE exige que los productos que contienen ciertos colorantes artificiales, como el Amarillo No. 5 y Rojo No. 40, lleven una etiqueta de advertencia que diga: “Puede tener un efecto adverso sobre la actividad y la atención en los niños”, esta medida se basó en estudios como el de The Lancet de 2007 (9), que West Virginia también cita.

Además, algunos colorantes como el Rojo No. 3, están prohibidos en varios países europeos debido a preocupaciones sobre su seguridad. En el Reino Unido por ejemplo, muchas empresas han reformulado sus productos para usar colorantes naturales, como el jugo de remolacha o la cúrcuma, en lugar de sintéticos, un caso famoso es el de Mountain Dew: en EE. UU. usa Amarillo No. 5, pero en el Reino Unido se colorea con betacaroteno, un pigmento natural.

La UE también tiene un proceso riguroso para aprobar aditivos, liderado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que reevalúa constantemente la seguridad de los colorantes y conservantes, por lo que comparado con West Virginia, Europa lleva la delantera, pero la acción de este estado estadounidense es un paso importante para cerrar la brecha, especialmente porque la FDA ha sido algo lenta en actuar a nivel federal.

¿Deberían Más Países Sumarse a Esta Medida?

Definitivamente sí, los colorantes artificiales no aportan ningún valor nutricional; su única función es hacer que los alimentos sean más atractivos visualmente, si existen alternativas naturales, como el jugo de remolacha o la cúrcuma que son seguras y ya se usan en países como el Reino Unido, ¿por qué seguir usando químicos que podrían ser dañinos? La evidencia sugiere que algunos niños son más sensibles a estos aditivos, y el BHA y el propilparabeno tienen riesgos documentados, como su potencial carcinogénico y disruptivo endocrino (10)(11).

En América Latina, donde las tasas de obesidad y enfermedades crónicas están en aumento, prohibir estos aditivos podría ser un paso hacia una alimentación más saludable, especialmente para los niños, que lamentablemente son los mayores consumidores de dulces y bebidas ultraprocesadas.

Países como México y Brasil podrían tomar el ejemplo de West Virginia y empezar a regular más estrictamente estos químicos, al menos exigiendo etiquetas de advertencia como en Europa.

Sin embargo, también hay que considerar los desafíos, ya que la industria alimentaria en América Latina podría resistirse, argumentando que reformular productos aumentaría los costos, un argumento que también se escucha en West Virginia, sin embargo el cambio a ingredientes naturales puede ser más costoso al principio, pero los beneficios a largo plazo para la salud pública lo justifican.

¿Qué Podemos Hacer?

La prohibición en West Virginia nos invita a reflexionar sobre lo que comemos y a cuestionar la presencia de aditivos innecesarios en nuestra dieta, mientras más países se sumen a esta tendencia, mayor será la presión sobre la industria para que ofrezca productos más seguros y naturales.

Por ahora, un buen primer paso es leer las etiquetas de los productos que compras, si ves Rojo No. 40, Amarillo No. 5 o BHA en la lista de ingredientes, considera buscar alternativas más naturales, pequeños cambios en tu carrito de compras pueden tener un gran impacto en tu salud y la de tu familia. ¿Qué opinas de esta medida? ¿Crees que tu país debería seguir el ejemplo de West Virginia? ¡Déjanos tu comentario y comparte esta valiosa información!

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